Cuando pienso en Ángel González

Cuando pienso en ti, Ángel González,
las letras se iluminan hasta tener vida.

El aire que respiro huele a verso,
y tu paz humedece cada poro de la piel,
un poco seca, un poco más vieja.

Cuando te imagino Ángel González,
veo tu infinita sonrisa,
regalada, tierna, a veces pícara,
ocupando todo el espacio.

Cuando cantan tus poemas, Ángel González,
siento a la vez gozo y pena.
Amanecer y tinieblas en mí,
silencio y lluvia,
gotas tristes en mis ojos,
tu me entiendes. ¿Verdad?

Porque tu ausencia desgarra por dentro,
hasta escribir una poesía aquí,
en mitad de la oficina,
sin poderlo remediar.

Tu voz va conmigo siempre,
quisiera que fuera mía,
para ser bueno,
cosa que sucede a veces,
cuando miro con tus ojos,
este panorama gris, feo,
que pinta este instante.

Gracias Ángel González; por ser poeta,
por detener el tiempo,
por contagiar este virus de letras,
seguiré tu camino,
de rosas y espinas,
de nieve y desierto,
de besos y sangre,
de cuerpos y soledad
de honestidad y envidia
con destierro a una estrella, ( muy cerca de aquí).

Rafa 13/08/2008