Pero la triste muerte de (ya 15) jóvenes, de la edad de mi hijo no puede dejarme indeferente...
La vida no sigue, se ha quedado congelada para siempre.
Mi más sincero pésame a los familiares más cercanos de las víctimas de este triste accidente ferroviario en Castelldefels...
Me uno a tus condolencias¡¡
ResponderEliminarUn abrazo compañero
Siempre que una vida acaba, algo se muere en nosotros también.
ResponderEliminarSi es una vida joven, nos convertimos en grito. Imposible comprender...
Un abrazo.