Foto de hace un mes en Oporto...
Cupido juega a las casualidades en un vagón.Ella va a comer a casa de su hermana.
El va con su madre y sus hijos a comer a un restaurante.
Ella los mira y sonríe.
El tiene prisa se ha hecho tarde.
Ella mira buscando protagonista para un relato.
El ayuda a su madre a sentarse, luego se sienta en frente con el pequeño.
Ella escribe en negro, en un pequeño cuaderno de hojas amarillas. Negra su chaqueta con flores en una manga, su pantalón y sus zapatos.
El disfruta su letra inclinada a la derecha, de trazo firme y sensual.
Ella deja de escribir y lo mira.
El la mira; hasta llegar a sus zapatos planos de terciopelo negro, sujetos por una cinta con broche de botón.
Ella ya ha encontrado al protagonista.
El descubre una sortija en su mano; se la imagina trazando caricias en su cara, llevando su boca a los labios de ella.
Ella lo mira de reojo, cierra el cuaderno.
El se enamora un poco de ella; imagina que es profesora de lengua.
Ella siente curiosidad por el colgante de su cuello; resalta sobre la camiseta verde, encima una chaqueta negra y pantalones de lona claros.
El graba en su mente cada accidente del rostro de ella, cada brillo de ojos entre su media melena negra.
Ella imagina caricias de la mano que El apoya en la barbilla.
El piensa en las proporciones áureas. Desearía besar los labios sin pintar que luce ella.
Ella coquetea pensando lo mismo.
El decide que tiene que hablar con ella.
Ella lo mira, lee sus pensamientos, sonríe otra vez.
El; llegan a la estación, ayuda a su madre a levantarse, la mira.
Ella se debe bajar en la estación, lo mira.
El dice – Veo que te gusta escribir, hay un sitio donde escribo. Te dejo la dirección-
Se abren las puertas y salen del vagón.
Ella – gracias, ¿cómo te llamas?- Graba la dirección en su memoria.
El – M – Su madre y sus hijos los miran expectantes.
Ella –Gracias M, te escribiré- se va por la derecha.
El no se atreve a preguntar el nombre de Ella; coge del brazo a su madre se van por la izquierda.
Ella vuelve corriendo – la salida es por aquí – sonríe mientras los adelanta.
El envía otra sonrisa acompañada de estrellas.
Ella al llegar a la esquina se despide moviendo la mano.
Se pierden.
El espera el día que llegue una señal de Ella.
Santa 02-mayo-2010
Es impecable.
ResponderEliminarYo también espero el desenlace... de momento, disfruto de los minutos que nos has regalado.
;))
Quisera me pasara algo así. Pero es como increíble creer que algo así suceda.
ResponderEliminarLa verdad que me pasan cosas para escribir una novela...
ResponderEliminarA veces Azul, otras Rosa, otras Negra...
Aquí sigo esperando...
Somos 2 Santa. Espero que las que te pasen azules y rosas, tapen las negras.
ResponderEliminar...yo también sigo esperando........