Viajo sin paraguas y llueve,
gotas de lluvia en otoño,
cargadas de amor.
No llevo paraguas,
y el corazón se encharca de gotas de otoño,
no sé nadar sin ropa en la cama.
Llueves sobre mi piel,
y este mar desbocado inunda tus ojos verdes,
que habitan el desierto de la soledad.
La música de la lluvia hace que bailes,
con la piel equivocada,
con el corazón parado en la estación del beso.
Vuelves a caminar,
con la ropa mojada de otoño,
y hasta que sequen las gotas,
su peso te mata.
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