Dícese del tiempo que pasa entre el final de una operación y la recuperación total o parcial de la salud.
En este caso la paciente se recupera de la fractura del húmero recompuesto con ayuda de un clavo. El cuerpo hace suyo ese trozo de metal recubriéndolo de tejido óseo.
Queda por saber los efectos secundarios que sucederán en el cuerpo (o espíritu) del familiar que cuida del enfermo ante la falta de comunicación entre ambos.
El día 20 me enteré de que había ganado un concurso literario de besos, primera vez que ocurre y hay que ver la ilusión que me hizo...
Dos días más tarde una fulana, que encabezaba una avalancha, empuja a mi madre en el Metro y se rompe la cadera, para colmo me enteré pasadas dos horas.
Curiosa la vida, en especial la Navidad... que distorsiona todo lo que sucede en estas fechas.
Gracias a todos mis amig@s que me han arropado y en especial a la madre de mis hijos que se ocupó (y se ocupa) de mi madre en los primeros instantes que pasó en urgencias...
Se nota la guadaña asesina del estado de bienestar en los hospitales públicos. Malos tiempos para los de siempre.
Mientras tanto seguid consumiendo. En estas situaciones valoras el poder de salir a pasear por el parque. Seguiré informando (cuando pueda)
Llevo un tiempo ausente de este mundo virtual… ocupado en vivir el real.
Estas fechas son para juntarse con amigos con los que no resulta fácil el resto del año. Soy de grupos pequeños dentro de uno grande, la multitud me agobia.
Si quedamos para andar por la montaña más aún; necesito silencio para oír los susurros del aire entre las hojas de los árboles yel canto de un carrizo, un mirlo, o quizás un ruiseñor a media mañana cerca del frescor de un arroyo.
El sonido de cada paso entre hojas secas… sentir la tierra estremecerse bajo el peso de mis pies.
Hemos conocido a Tronco un perro mezcla de pastor alemán con ‘lobo’ que nos acompaña desde casa hasta la cima de la montaña. Le encanta pasear, ir abriendo camino para luego volver a ver si falta alguno de los que empezamos la ruta.
No lleva collar, ni se lo pondría, es un perro libre que va de allá para acá feliz, sin esperar nada a cambio.