Vacaciones...Ole, Ole, Ole

Hoy es mi último día de currele, hasta el 2 de septiembre. Cuando vuelva; la luz de Madrid será distinta, con 15 pasos de gallina menos de Sol.
Confieso, que la pereza me ha ganado este verano por goleada.La cómoda moto a la esforzada bici.

Cruzar pedaleando el Retiro a las 7’15h de la mañana es como un sueño… gente andando, en chándal al trote cochinero, algunos ciclistas con bicis de carreras, de montaña y las plegables nuevas que han inventado.

Silencio, mucho silencio; roto por el canto de mirlos, palomas, gorriones, urracas, patos, unas aves verdes más pequeñas que los loros…

Olores; de la hierba recién cortada ( ¡Hay mi Galicia!), de las rosas, jazmines, huelen los pinos centenarios con mucha autoridad, y otro árbol parecido a la “Dama de noche”…

La luz se filtra entre los árboles donde sus hojas son el cielo y brillan pequeñas gotas de rocío entre el verde. Las flores regalan sus colores, que varían en función de la luz que las baña.

En las aceras de la Castellana contrasta el gris con las corbatas de hierba a los lados, los plataneros gigantes forman un túnel natural que protegen al viajero de los inmensos edificios fríos que se alzan amenazantes.

Mañana saldré con tres amigos; Bertus, Javi y Alex. Nos vamos al Pirineo Oscense; en dos furgos, con la casa acuestas. El plan es escalar por los barrancos de Guara y según el tiempo que haga, subir a Ordesa.

El curso de voz y expresión corporal que iba a hacer me pareció un fraude ( los profesores no son los en principio acordados, la casa no está cerca de la playa y se depende del coche para todo…).

Prometo no olvidaros y a la vuelta regalaros unas fotos de mis amigos en la montaña auténticas…

Besos y abrazos