Cuando un Ángel se enamora, sabe que pierde sus alas y olvida quién fue. Aún así, arriesgan entre nosotros su vida, discretamente, sin ser identificados, salvo por una cicatriz.
Si su amor no es correspondido, se debilita su ser; hasta que un día desaparece, en una noche estrellada.
El alma de los ángeles es muy frágil y se alimenta de amor; de amor en todas sus formas posibles: fraterno, filial, de mar, de los frutos de un árbol, de la luna, por supuesto del sol y alguna estrella fugaz cercana.
Al enamorarse, su alma derrama su esencia en el amado, como una ducha de versos llenos de verdad, de luz, de amor. Limpian el polvo acumulado, el egoísmo y maldad que pudiera habitar.
Si no es correspondido, el terrible dolor traspasa el alma; en forma de frío húmedo que poco a poco llena de escarcha el corazón hasta que lo congela.
Si algún medico se percata de la situación, junta un puñado de palabras cálidas (besos de luna, caricias de sol, luces del arco-iris, abrazos de olas de mar, labios llenos de te amo) y en una operación a corazón abierto las deja grabadas en su interior.
Si algún día tropezáis con una cara que da nombre a la alegría, una sonrisa que ilumina al sol, una mirada profunda de mar infinito y una cicatriz divide su pecho en dos; no hay duda que ese ser fue un Ángel que amó.
El tema Praan de Garry Schyman lo puedes bajar aquí
Santa 31-ago-2009
Que maravilla de sentimientos echo palabras!!
ResponderEliminarQuien no ha encontrado en su camino a un Angel...
Realmente p`recioso!, un beso enorme.
que boniiiiiiiiiiiiitooooooo..
ResponderEliminarno sé que decir....
pero recorde la pelicula city of angels....
aunque tu lo cuentas muchisimo mas lindo...
un abrazo desde el sur