Mia Farrow denuncia las atrocidades del Congo

La actriz se escandalizó ante las atrocidades que ocurren en el Congo, una república africana. EFE

Sigo sin oir noticias del Congo en los informativos de las veinte cadenas digitales que emiten en TDT...

Si alguien oyera alguna noticia le ruego que me corrija.

Me pregunto si se podría organizar una mani del tipo 'No a la Guerra del Congo'; entre medias de estas fastuosas navidades llenas de noticias de la crisis económica, IPC's amañados y timos piramidales.

Por último si alguien conoce a los de Documentos TV, Informe Semanal, etc. ¿Por qué no sale un reportaje de esta guerra actualizada a día de hoy...?
En vez de lo que estoy viendo ahora mismo sobre 'los servicios de compañía solicitados por las mujeres...' ¿De verdad que no hay otro tema más importante?

¡Qué asco de políticos y política. A qué espera el señor Bush para traer la libertad y la paz a este rincón!


Egoísmo, egocentrismo y envidia… Tres facetas del mismo problema: el aislamiento.

José Luís Sampedro ( 'La ciencia y la vida', pag.190) :

" ...Primero, estoy de acuerdo en que el individuo está solo, profunda y radicalmente solo. El mejor ejemplo de la soledad humana es el dolor. Al mismo tiempo, si está solo y se queda en eso, no es humano. Lo decía ayer, la humanidad la adquirimos con la convivencia.

En segundo lugar, casi nadie es muy consciente de esa soledad radical porque antes de empezar a reflexionar sobre sí mismo ya está envuelto en comunicación por parte de los demás. El niño está rodeado sin pedirlo, tiene la experiencia del rodeo protector sin esforzarse, forma parte de su vida y cree que es lo natural.

En la edad adulta, cuando ya se piensa en estas cosas, hay individuos que se aíslan deliberadamente, como decimos en lenguaje corriente 'se cuecen en su propia salsa', se regodean en su soledad. Esto yo creo que es patológico y es una minoría.

La mayoría acepta relacionarse con los demás. Ahora bien, ¿qué clase de relaciones? No siempre son relaciones abiertas, altruistas, de igualdad, equilibradas. Estamos sumergidos en una sociedad que educa para la competitividad. Hemos hablado de ello y hemos visto que cierto tipo y grado de competitividad es estimulante, pero la competencia por la competencia, por el éxito, la fama, el poder o el dinero que se nos presentan como virtud, es muy dañina..."