Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras.

Cuida tus Palabras porque se volverán Actos.

Cuida tus Actos porque se harán Costumbre.

Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter.

Cuida tu Carácter porque formará tu destino

Y tu Destino será tu vida...

_____________________________Mahatma Gandhi (1969-1948)

20/2/09

Cuando todo parece derrumbarse



Caminaba sin rumbo por tierras lejanas cuando sentí el frescor de los aires del mar del norte, en un desierto. Descendí hasta oír la música de un instrumento alargado que besaban sus labios.
La sombra de mi cuerpo acarició su ser. Su voz entonó un bello canto que atraía a seres de los rincones más perdidos del mundo. Su cuerpo empezó una danza que poco a poco la liberó de la gravedad; terminando por bailar a mi lado.
Era como un imán del que uno no se puede separar, atrapado en la tela de araña que teje el amor.
Consciente del peligro seguí a su lado. Así pasaron los días: entre cabriolas y poesía.
Así pasaron las noches: entre estrellas y sábanas.
Algo afectaba a mi ser que me dejaba sin fuerzas. Cuanto más tiempo pasaba a su lado, más débil me sentía y sin saber por qué; más la quería.
Una noche de media luna apareció un mago que traía agua milagrosa de una fuente secreta.
Dijo – Tenéis que probar esta agua y descubriréis el placer - invitándonos a beber.
Yo no quise condicionar su decisión, ni entorpecer su libertad… confié en que su naturaleza descubriese tan obvia falsedad.
Bebió el agua sin pensarlo dos veces, hasta acabar la botella, delante de mí; con su mirada desafiante. En ese instante un rayo atravesó mi pecho, cayendo en la oscuridad; en un lugar desconocido para mí. Estaba solo, sin ruidos, sin olor, sin tacto.
El tiempo parecía detenido; el aire se condensaba en mis entrañas como niebla de plomo que cuanto más intentas respirar más te ahoga. Fueron días o segundos los que pasé así; nunca lo sabré.
Después vino la luz de la luna filtrada entre nubes negras y pude ver mi piel cayendo; como si mudase a otro estado. Sí, cada trozo de mí caído me liberaba de peso y dejaba ver otra estructura; otra piel gruesa, dura, de color brillante y claro.
Sentí pánico, al ver como me iba transformando. Mis manos y mis pies se volvieron como garras de león. Mi cabeza se deformó hasta ser mitad lobo mitad cocodrilo y mi pelvis tenía una larga cola parecida a la de un caimán.

Tuve miedo de mi mismo; pasé los días oculto. Durante las noches vagaba en busca de aquel ser que, al amarlo; cambió mi vida.

El desierto acababa en el mar; en esculpidos acantilados y precipicios donde rompían las olas con estrépito. Allí me quedé hasta que apareció una mujer sabia, de melena negra y ojos grandes, llenos de sabiduría y amor.
- ¿Qué haces aquí?- Me preguntó con su voz templada.
- No lo sé; espero entender por qué me ha pasado esto.- Respondí
- ¿Sabes qué eres?-
- Un monstruo, que amó a quien no debió.- Acerté a responder con rabia.
- Un monstruo no ama; te equivocas…Tendrás que descubrir qué eres-
- ¿Y como?-
- Tendrás que arriesgar... parece que lo tienes todo perdido ¿No?-
Me dejó desconcertado con su respuesta; tendría que arriesgar -¿El qué? -Si no tenía nada…

- Busca la respuesta en tu interior. No olvides que ser distinto, no es ser un monstruo. Quizás los únicos son aquellos que pudiéndolo evitar, causan daño… muchas veces irreparables, en el corazón de los demás.- Sus palabras quedaron grabadas a fuego en mi piel.

Pasaron los días y seguía al borde del acantilado. Recordaba los días que mi aspecto era humano y volaba con la imaginación a donde se cumplen los sueños.
Volar; volar… No tenía nada que perder… Así que salté sin pensarlo desde el borde del acantilado; caía a plomo… - ¡No quiero morir, quiero vivir..!- Grité con todas mis fuerzas.

De mi boca salió una llamarada de fuego; y sin ser consciente, extendí las alas ocultas en mis costados. Estaba volando de verdad, pude sentir la espuma de las olas en mi cabeza de dragón y me sentí bien, muy bien; con mi aspecto.

Un mar, mi mar y un desierto, mi desierto. No hay más… ni menos... y Palabras.

4 comentarios:

  1. Grandísimo alegato al valor, a la vida, la riqueza interior y la introspección. Es muy fácil reconocerse en las distintas etapas que, por otro lado se van repitiendo durante la vida. Me ha gustado mucho, Santa.

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  2. En contra de lo que dice Rafa,creo que no es fácil para nada reconocerse así en profundidad,saltar al vacío es de valientes pero en el corazón humano habita el miedo y no siempre se detecta.A veces son las relaciones de pareja las que mas hacen de espejo nuestro y en las que descubres la cara oculta de ti mismo.
    Cada día me impacta mas tu faceta escritora,me dejas boquiabierta.
    Besinos de sol

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  3. así cualquiera, yo también quiero ser un dragón!

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  4. Rafa: Hola tocayo;-)

    Tienes mucha razón en lo de "etapas que se van repitiendo..."

    A ver si aprendo ( lo tengo complicado a estas alturas...)

    Un abrazo

    deva: En la forma de encontrar y el tipo de persona que buscamos se lee como somos y estamos...( quizás de solos...)

    Sociedad contradictoria que nos separa del contacto físico y vende internet, móvil y S. Valentín

    Eso sí; todo aliñado con mucha prisa...jajaja

    Besos y gracias como siempre deva!

    Tu: Pos será más bien dragona...jajaja

    Si ya lo llevas en tu foto...

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Escribo para comunicarme contigo...
Y aprender... Gracias.

"No es necesario apresurarse. No es necesario brillar.
No es necesario ser nadie más que uno mismo"

Virginia Woolf (Londres 1882-1941) Novelista y Ensayista británica

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