Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras.

Cuida tus Palabras porque se volverán Actos.

Cuida tus Actos porque se harán Costumbre.

Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter.

Cuida tu Carácter porque formará tu destino

Y tu Destino será tu vida...

_____________________________Mahatma Gandhi (1969-1948)

18/9/09

Hacia la Revolución Emocial



Parece que hay una salida al agujero negro de esta crisis. Me refiero a la crisis existencial. Mucho más importante que la económica, que todos(si no es así; enhorabuena por ser un extraterrestre) en mayor o menor medida pasamos por estas fechas.

Lo peor, es que nuestros hijos van a heredar nuestro caos emocional. Este consumir desmedido de TV, gimnasios, coches, marcas y rápidas vidas fugaces; en vez de consumir ideas, libros, puestas de Sol, noches acampados en torno al fuego de la lentitud.

Está claro que eso de “ojo por ojo” nos ha dejado ciegos. Habrá que reflexionar por qué nos hacemos la puñeta unos a otros en una espiral in crescente.
A lo mejor, poniéndonos en los zapatos del otro, nos damos cuenta que su vida no es tan fácil cómo pensábamos o sí lo es; y precisamente por eso, no se ha ‘enterao’ de qué va la fiesta…

Y si probamos a devolver una palabra amable, o una sonrisa cuando alguien nos pisa..?

Tenemos el don de la palabra, solo falta un poco de humildad; apartar el orgullo (y los prejuicios) para hablar directamente al corazón de Papás, mamás, hijos, suegras, cuñás, jefes, compañeros, amigos, amantes y demás habitantes de este planeta Tierra…

y sugerir que:


- “… eso que haces me causa dolor, por esto y lo otro. Si te he ofendido dime lo que puedo hacer para que lo olvides y cures el resentimiento…”-

Resentimiento: re- sentir una emoción (que normalmente nos hizo daño…) curiosa forma de funcionar nuestra mente. Lo más lógico sería olvidar y re-vivir los buenos momentos que hemos pasado con alguien…

Mi madre es una experta del re-sentir desde que tengo uso de razón. Y podría llenar libros con todo el sufrimiento acumulado… Prefiero olvidar cuanto antes las ofensas y re-vivir feliz, sin tanta amargura; que no tiene sentido.

Prefiero experimentar una revolución emocional con actitud nueva, limpia, sin contaminar; que dejarme llevar por la de todos los tiempos: envidia, egoísmo, orgullo, poder… a un callejón sin salida.

Podemos cambiar, necesitamos cambiar; se lo debemos al futuro de nuestros hijos.
Total, son cuatro días los que pasamos aquí. Y no voy a perder ni un minuto en guerras fraticidas pudiendo disfrutar (el poco tiempo que tengo) del gustirrinin que da el amor…

3 comentarios:

  1. se lo debemos al futuro de nuestros hijos!
    asi de claro y cierto!
    gracias amigo por tu apoyo, por tu ayuda, por estar siempre cerca!
    la semana que viene te envio todo x mail!
    mil millones de gracias, de corazon!
    k@ri.-

    ResponderEliminar
  2. Que gran razón te ampara amigoSanta.Dice un proverbio indio:" antes de juzgar a otro camina dos lunas con sus mocasines" y que diferente sería el mundo si eso se hiciera costumbre..
    Mi mayor CRISIS ahora mismo es ver un mundo del que no me puedo apear y no encontrar mas razones para tirar por él que el puro destino...
    Te acompañan mis besos y mi corazón

    ResponderEliminar
  3. sabes?
    me has dado donde mas me duele..
    ultimamente algunas personas allegadas ami...me intentan hacer ver como mi forma de vivir esta afectando amis hijos...en concreto ami hija....condicionando su propia vida....
    sé que tu psot se mueve e otros derroteros...pero no he podido evitar pensar que ciertamente....los hijos heredan de nosostors no solo los genes....

    ojala ellos sepan ser un poco mas inteligentes...

    un abrazo desde el sur

    ResponderEliminar

Escribo para comunicarme contigo...
Y aprender... Gracias.

"No es necesario apresurarse. No es necesario brillar.
No es necesario ser nadie más que uno mismo"

Virginia Woolf (Londres 1882-1941) Novelista y Ensayista británica

Otoño en la ventana

Otoño en la ventana
de la casa de mis abuelos

No a la Valla, todos somos migrantes

ADN online

ADN online
Artículos de Ángela Becerra